Con las ideas claras
Ingeniero agrónomo
En el corazón de El Bierzo, Jorge Vega lidera el proyecto de Puerta del Viento. Después de trabajar en la cooperativa de su pueblo y en distintas bodegas de la zona, decide cultivar las viñas de su familia y elaborar su propio vino con la mínima intervención y sin nada añadido.
Un microclima especial
El Bierzo
El Bierzo es una región situada al extremo oeste de la provincia de León y limita con las provincias gallegas de Lugo y Orense. La zona de El Bierzo tiene un microclima que la hace muy especial con una climatología continental, pero con la influencia del océano Atlántico.
Voluntad de vivir sin dañar al medio ambiente
Agricultura ecológica y vinos naturales
Enamorado de la naturaleza y con la voluntad de vivir sin dañar al medio ambiente, en 2009 Jorge decidió inscribir como ecológicas las viñas de su familia. Y cansado de que le mandaran añadir cosas al vino, como encimas, levaduras y clarificantes, decidió probar de hacer un vino natural sin añadirle nada, ni levaduras seleccionadas, ni encimas, sin filtrar ni clarificar y sin sulfitos añadidos. El resultado fue su primer vino natural que salió al mercado en el 2010.
Sentimiento por la tradición
Variedades autóctonas
Jorge Vega, muy comprometido y amante del Bierzo cultiva las variedades autóctonas y tradicionales de la zona. Las tintas son la Mencía, la variedad estrella y más producida en estas tierras, y la Pan y Carne. Las blancas son el Godello y la Doña blanca.
Preservación del patrimonio vitícola
Variedades recuperadas
Con el objetivo de preservar el patrimonio vitícola de la zona ha sido pionero en la recuperación de la Doña blanca y la Pan y Carne. Dos variedades casi olvidadas. La Pan y Carne es una uva tinta catalogada en 1912 y que solo se cultivaba en esta zona. En 2010 Jorge inició una apasionante búsqueda para recuperar esta peculiar variedad que se había perdido en el olvido. Este proyecto culminó con su primera cosecha en 2020 y la elaboración de su monovarietal de Pan y Carne.
Lo bueno, si es viejo, dos veces bueno