Mínima intervención
Aplicando el principio "la no intervención, es en si misma una manera de intervenir". La idea es aplicar los conocimientos actuales, pero tradicionales, de agricultura y enología, para intervenir lo mínimo posible, tanto en el campo/viñedo como en la bodega. De esta manera, los viticultores intentan evitar poner o quitar cualquier cosa al vino con el objetivo de que pueda representar de la manera más fiel posible el terreno del que procede y la variedad de uva. Sintetizando: Zumo de uva fermentado y nada más. También intentan reducir al máximo la utilización de maquinaria o la han sustituido totalmente, recuperando las antiguas prácticas agrícolas en la que se utilizaba la fuerza animal para realizar las tareas del campo. La vendimia se hace totalmente a mano recogiendo cuidadosamente cada una de las uvas.